


Durante varios minutos, icluso creo que fué como una media hora, la incertidumbre estaba servida, pues la tormenta se había estancado sobre la zona centro y norte de la Anoia y no avanzaba a ninguna dirección.

Mientrastanto, el cielo sobre Vilanova, empezó a volverse blanco. La cosa era ya casi inminente. Y la cortina de agua había crecido: se hizo más potente aún, alimentado seguramente por la energía que el sol dejó sobre la tierra durante toda la mañana y primeras horas de la tarde, y se extendió de este a oeste y sin perder fuerza. Lo que hizo ya inevitable que aquello barriera toda la zona, y cayese una buena tongada de agua.

Así estaba el radar, poco antes que se decidiera a avanzar y descargar sobre Vilanova. Desde luego era impresionante y muy potente, ademásde muy estática durante un buen rato.
Sobre mi vertical, la curiosa forma en espiral de una nube..



